domingo, 12 de julio de 2009

Curiosidades

A H ya le quite la varanda de la cama que lo protegía de seguros golpes provocados por caídas intempestivas.
Descubri que A le gustan las chicas superpoderosas en versión disfraz gigante en cumpleaños feliz. Las persiguió por todo el santito y cada vez que las veía corría a abrazarlas.
H es un rebelde. No sé cómo contralarlo. Contesta mal y se atrinchera. ¿Será cosa de la edad?
Descubrí que A es un amante de los chocolates y la lectura. Estuvo el fin de semana discutiendo con su hermano sobre la extinción de los dinosaurios.
H descubrió Mario Bros y nos la hemos pasado toda la tarde del domingo riendo a carcajadas cada vez que el sr hongo, la tortuga, la tortuga con alitas y los puercoespines nos mataban. Es que somos unos torpe cues. (Teoría de H).
Hoy jugamos a la guerra de pelotas de colores. Claramente, perdí. Recibí golpes en diversas partes del cuerpo. El más doloroso: el que cayó justo al lado del ojo.
H a cambiado a los carritos por los transformers.
A A no se le ve el cuello. Sus cachetes son demasiado grandes.



Vivo días felices.

lunes, 6 de julio de 2009

happy birthday






El santo de gordush fue de colores y globos de colores. Dos tipos de panes, dulces variados y mi neurosis con la alfombra verde limón que estuvo a punto de ser bañada de gelatina roja. Y que fue bañada de brownie y azucar molida de alfajorcito. Música, cortesía de mi suegra, que contaba la historia de pollitos en tono agudo y fue cambiada por una variedad de la casa. Decenas de parientes, dos cumpleaños felices porque las tias llegaron tarde y pelotas de plástico salpicadas.
A estuvo feliz con sus múltiples regalos que incluyeron peluches de animales prehistóricos, un loco expres en versión mejorada, perros a cuerda, un oso hippie que tiene música propia y se mueve raro y ropa, también múltiple. Todo salió lindo. Me encanta hacer eventos. Me encanta disfrazar mi casa.
A pesar que el santo fue hace uff de rato, me resisto a quitar los globos del techo. En mi casa todavía estamos en fiesta. Y todas las tardes H, A y yo subimos a ese piso a bailar.