lunes, 8 de septiembre de 2008

Mis hijos



H tiene más de 300 carritos.Alguna vez los he contado. A, una muñeca. Gigante. Todavía en caja. H dice que cuando sea grande se irá a la Luna en un cohete rojo y te voy a llevar mamá, ¿ya? A, con sus ojotes, dice muchas cosas. H tiene el pelo largo pero ya está listo para cortárselo. Me resisto a raparlo. A tiene pelo en toda su sábana. ¿Qué saldrá cuando caiga? H tiene un diente roto. A, encías rojitas que veo en su máximo esplendor cuando grita. H duerme aún con pañal. A tiene marcas en sus piernas gordas por el pañal. H todas las noches me llama. A hace algunas noches paró de llorar. H piensa ser corredor de autos. A ni por casualidad. H tiene un mememe. A, un conejo rosado que la calma. H siente miedo. A todavía sigue purita. H es el número 1. A no tiene número. A H lo trajeron las estrellas. A A el amor puro. H y A son infinitos. Lo que siento por ellos, también.

jueves, 4 de septiembre de 2008

3G


El otro dia salí en la televisión. Me invitaron para hablar sobre mamás jóvenes que trabajan. Cuando llegue al canal me di con la sorpresa que las demás invitadas estaban más cerca de los 30 que de los 20. Nunca tan jóvenes, creo. De hecho es un tema generacional, mi madre y sus compinches a los 25 años ya tenían una familia constituida. Ahora, no hay quien decida emprender tremenda empresa sin antes haber disfrutado dignamente de su soltería o vida de pareja. Por eso yo me encontraba allí. Porque soy uno de los 5 gatos que no seguimos los parámetros postmodernistas de la vida de familia y a los 27 años ya tengo dos críos.

Hablé y hablé sin verguenza, sin acordarme por un microsegundo que alguien que me conozca iba a encontrarme en la tele y seguro espiaría. Así que conté mucho: como me siento al haber sido madre, sobre mi tiempo personal, sobre mis ganas o no ganas de tener relaciones sexuales con un hijo recién nacido. Hasta me atreví a hacer bromas sobre mi aspecto post parto, mis neurosis y otras cosas.

Ayer lo estrenaron y sucedió cosa curiosa.De pronto el telefóno de mi casa comenzó a sonar y yo encerrada en mi cuarto de la verguenza, solo escuchaba algunas coordenadas que daba mi papá: en el canal 6, 3g, a las 10:00pm.

Cuando comenzó el programa, padre, madre, niñera y neonata estaban frente al televisor esperando para verme hacer el rídiculo. Yo creia que me iba a dar un paro del roche, de la exposición, del arrepentimiento de haberme prestado para el show. Me la pase encerrada en el cuarto, casi tapada hasta la cara oyendo una y otra vez el telefóno sonar. Alguien me estaba viendo, sin duda mi hermana que me llamó 8 veces para decirme que un éxito, que la cámara me amaba, que que guapa se me veia ( no hay como ella). Me hacía la que no me importaba nada.

Pero J no estaba por ningún lugar. No había presenciado mi debut en la tele. Jajajaja.

No puedo más con mi doble moral.